
Cómo afrontamos el rediseño de la web de Bizum
Hoy os vamos a contar cómo fue participar en el rediseño de la web de Bizum. Un reto muy alineado con los nuevos tiempos que corren para una marca con gran calado en el mercado y con un horizonte lleno de posibilidades.


Web de Bizum antes del rediseño
¿Dónde hemos de poner el foco?
El objetivo de la web es, en gran parte, aportar información a los usuarios, pero también lograr activaciones de Bizum a través de un tercero. Nuestra meta era mejorar el posicionamiento SEO, segmentar de forma eficaz a los usuarios y construir una navegación más clara y dirigida.
El equipo de SEO y diseño que participó en el proyecto, trabajó junto en todo momento. De esta forma pudimos construir un producto sólido desde el punto de vista de posicionamiento, conversión y diseño de producto.
¿Cómo comenzamos a construir?
Se hicieron diferentes análisis del estado inicial del producto, desde una auditoría de usabilidad, pasando por un análisis de keywords o un análisis de cuáles eran las soluciones de diseño que se aplicaban en el sector.
Para mantener la metodología de trabajo que utilizamos el Bwow, es muy importante mantener una conexión fluida entre el equipo de cliente y el equipo que aborda los proyectos desde nuestro lado. Que el flujo de información fuese rápido y directo fue determinante a la hora de ajustarnos al calendario y a lograr el éxito del proyecto. Los hallazgos del equipo en este primer análisis eran compartidos diariamente con el equipo de Bizum y de esta forma podíamos aprovechar su conocimiento para crear un producto bien dirigido.


Este es parte del análisis inicial que hicimos para Bizum
Construimos la navegación y la validamos con usuarios reales
Quizá el reto más importante estuvo en analizar la información que se mostraba en la plataforma actual y cómo crear una arquitectura que respondiese a una navegación adecuada y escalable. Para ello, creamos un sitemap que fue validado por el equipo de Bizum y que posteriormente nos dio las bases para crear el userflow final.
Una vez tuvimos toda la arquitectura de la información creada, era momento de bajar esto a wireframes y testarlos, para ello usamos una herramienta de testing online llamada Maze. Esta fase fue clave para poder corregir los errores de navegación y contenido antes de pasar a crear el estilo visual.


El userflow final y algunos datos extraídos de la validación con usuarios
Con toda esta información y teniendo clara la estructura de navegación, los fallos en producción tendrían un margen menor. Así que decidimos dar el salto a centrarnos en el aspecto visual de los componentes, comportamientos e interacciones de cada uno de ellos y sobre todo qué estilo de diseño respetaba la marca sabiendo que no partíamos de cero y que había un reto que era la adaptación de Bizum como marca blanca a la interfaz de cada banco.
Debido a eso, apenas teníamos margen para jugar con los colores y por eso estuvimos analizando cómo nos favorecía la aplicación de los mismos en el diseño de la interfaz. Tomamos decisiones como por ejemplo separar empresas de particulares con el uso de color.
Algo muy importante en la creación de cada estilo visual es la dirección de arte para que la interfaz no sea un número más en el mercado, por eso intentamos jugar con la pastilla y la superposición de imágenes que remarcan la acción en cada fotografía y hacen un llamado al logo al igual que en las interacciones que se iban diseñando en la web.


Algunas imágenes del resultado final del rediseño
El resultado
Mediante esta metodología de trabajo y enfoque, logramos construir un sistema visual que pudiese escalar acorde a las necesidades y nuevos retos a las que se enfrenta la marca. Por otro lado, logramos dirigir la navegación hacia nuevos segmentos de usuarios y aumentar la conversión en casi un 36%.